Son las 10 de la noche, pero aun se mira trafico en las calles de San Salvador, El Nomada camina intranquilamente hacia el mercado la tiendona. Casi va llegando a la entrada, cuando escucho la sirena de una patrulla policial, el corazon salto como un resorte dentro de su pecho, e instintivamente empezo a correr, el sonido de la sirena, era mas fuerte (estaba a su lado) el nomada se detuvo y la patrulla siguio su camino ignorando completamente al cipote, que sudaba helado en la acera proxima a la tiendona.
Uffff!!! exclamo El Nomada, y entro al centro de abastos; bajo las gradas, llego a los pasillos en donde cada edificio tiene un comedor (donde venden comida preparada las 24 horas), se acerco, vio los comensales en las mesas (solo eran 3 clientes) y ninguno era conocido, para colmo todos tenian cara poco amigable. Asi que siguio caminando hasta el otro comedor. Una seniora tiraba agua en el acceso vehicular con una manguera, y el nomada se le acerco para padir un trago de agua de la manguera, la mujer le dio la manguera y El Nomada tomo agua hasta la saciedad de su sed, agradecio y siguio caminando.
Busco, en donde se estacionaban los camiones chapines, pero tampoco encontro a ningun conocido en el lugar.....
El hambre era desesperante, tenia ardor en el estomago, paso por un puesto de platanos (punto de ventas) y al pason tomo uno y siguio el camino, busco donde sentarse y comio aquel platano medio maduro, que estaba todavia algo tetelque (sabor entre amargo y dulce).
Despues de comer, penso buscar un lugar en donde dormir y pasar la noche. Recordo que cuando venian a comprar con la abuela, ellos podian dormir en los pasillos cerca del camion que se estaba cargando con verduras, y nadie decia nada.
busco unos cartones de cajas donde vienen las uvas y las manzanas e hizo una cama donde dormir en el suelo de los pasillos de la tiendona; y se acosto a dormir. Cerraba los ojos y miraba la mano de don Memo, caer a sus pies todavia empuniando aquel revolver.
El cansancio era grande, pero era espantoso cerrar los ojos. Decidio sentarse y ver como los perros dormian apaciblemente bajo las carrocerias de los camiones. Como si fuera un borracho, se fue de lado hasta quedar profundamente dormido a causa del cansancio mismo.
Por la maniana del siguiente dia, el ruido de los camiones arrancando sus motores y las cortinas metalicas que se habrian, hicieron que El Nomada, regresara de las tierras de Morfeo (despertara) Levanto la cabeza, luego se sento, y vio que apenas y enpezaba a salir el sol, pero ya habia actividad comercial en el mercado, que de hecho ahi hay actividad comercial 24 horas al dia.
Penso que podia ganar unas monedas acarreando bultos, y empezo a ofrecer sus servicios, pero casi todos tenian sus propios acarreadores, y nadie le daba oportunidad de trabajar. Vio a una mujer, que estaba habriendo su puesto de ventas y se acerco para ayudarle, la mujer acepto la ayuda y quedo complacida con el trabajo realizado por El Nomada. Al final dijo al Nomada "que queres, pisto o un par de manzanas???? El Nomada dijo, "lo que sea su voluntad" por lo que El Nomada recibio dos manzanas capulinas. Comio una en el momento y guardo la otra para mas tarde.
Asi, estuvo el cipote todo el dia, haciendo pequenios favores que eran pagados con frutas o monedas, pero al final del dia estaba, bien comido (a puras frutas) y con tres colones en monedas.
Paso el dia, y no vio a ningun conocido, al buscar el mismo lugar en donde paso la noche anterior, se dio cuenta que un hombre con aspecto de indigente estaba sentado en el lugar, El Nomada paso cerca y saludo: "Buenas Noches" saludo que no recibio respuesta solo una mirada un poco extrania. El Nomada siguio su camino y encontro otro lugar para pasar la noche, mucho mas comoda que el pasillo.
Asi El Nomada, paso toda una semana en aquel mercado, pero su aspecto era como el de aquel indigente sus ropas estaban sucias, el cabello estaba duro y grueso de suciedad, la piel ya mostraba una fea costra de suciedad, y la gente tenia desconfianza de El Nomada cuando este se acercaba a ellos para ofrecer sus servicios.
Busco en sus bolsillos y contaba con 10 billetes de colon y 5 colones en monedas. Entonces penso que necesitaba un lugar donde tomar una ducha y lavar sus ropas. Para entonces, ya habia hecho algunos amigos, y les pregunto donde podia lavar su ropa y tomar un banio. Y le recomendaron buscar un cuarto en los hotelitos cerca de los protibulos de la Avenida Independencia.
Fue, pregunto, y nadie le quiso alquilar un cuarto por ser apenas un cipote de 10 anios. cuando regresaba a la tiendona, una mujer vestida solo en ropa interior, llamo al Nomada y le ofrecio sus servicios sexuales por 5 colones, El Nomada le dijo que le daria los 5 colones pero a cambio de un espacio donde poder limpiarse (ducharse) y permiso para lavar sus ropas (ya El Nomada tenia un jabon soberano para ello).
La mujer accedio y le dijo pagame primero y despues entras a baniarte "y no te tardes mucho."
Asi, El Nomada logro limparse, aunque la ropa se tenia que poner mojada pues no tenia otra para cambiarse.